Desde el año 2013 se ha modificado de manera constante el sistema de campeonato del balompié nacional, lo cual genera confusión al momento de determinar cuántos equipos ascienden y descienden de un categoría al finalizar una temporada.
¿Cómo se han modificado los formatos de torneo en los últimos ocho años?
Hasta el año 2012 habían dos descensos directos a la Primera B y dos escuadras jugaban la tan recordada liguilla de promoción con el tercero y cuarto de la categoría de plata del fútbol chileno. Sin embargo, cuándo se determinó que los campeonatos nacionales se jueguen con el calendario europeo se genera una confusión al momento de determinar un descenso, sumando que en el año 2015 se determinó disminuir de dieciocho a dieciséis escuadras la Primera División para así igualar la cantidad de clubes tanto en la máxima categoría como en la Primera B.
En el año 2017 la ANFP, presidida en ese entonces por Arturo Salah, decidió regresar al formato del torneo largo con el objetivo de mejorar la competitividad del fútbol chileno, pero sin dudas lo que más generó inquietud es cómo se determinan los ascensos y descensos de Primera División a Primera B, sobretodo en la segunda categoría en donde solo hay un ascenso directo y la liguilla para definir al segundo equipo que sube a la categoría de oro del balompié nacional. Además, otro problema desde hace mucho tiempo es definir los descensos en la categoría de plata del fútbol chileno, sobretodo que en el año 2012 se creó el campeonato de Segunda División.
¿Cuál sería el formato ideal de ascensos y descensos en cada categoría del fútbol nacional?
En primer lugar, se debe retomar la liguilla de promoción entre los dos equipos que terminen en los dos penúltimos lugares de la tabla de posiciones de Primera División ante las dos escuadras que finalicen tercero y cuarto de la Primera B. Además, deben ser dos descensos directos de Primera B a Segunda División y dos ascensos directos de la Tercera A a la segunda categoría del balompié nacional. En la Segunda División se debe incluir la liguilla de promoción entre los clubes que finalicen tercero y cuarto en la temporada ante las escuadras que terminen en los dos penúltimos lugares de la tabla de posiciones, además de aumentar de doce a catorce clubes la categoría de bronce del fútbol chileno respectivamente.
Reflexión
Sin dudas, retomar la liguilla de promoción y aumentar la cantidad de ascensos directos en las categorías del fútbol profesional mejorará la competitividad en cada uno de los torneos organizados por la ANFP, además de permitir más posibilidades a los clubes de la Tercera División A para competir por el sueño del alcanzar el fútbol profesional.