Los blues se impusieron a los merengues por dos a cero, con tantos de Werner y Mount. Por otro lado, se vio a un Real Madrid desteñido, que nada pudo hacer.
El Chelsea partió el encuentro tirando toda la carne a la parrilla, atacando con valentía, y marcando con actitud. El Real, por otro lado, se vio desteñido y sin energía.
El primer tanto del encuentro lo hizo Timo Werner, a los 28′, luego de una gran vaselina de Havertz, que pegó en el travesaño.
En el segundo tiempo, el Real se desinfló aún más, no pudiendo convertir sus largas posesiones horizontales en ataques peligrosos. El Chelsea, en cambio, se mostró aplicado en la marca, con mucha energía, y cubriendo todos los espacios rápidamente. Por donde fuera que el Real atacare, el Chelsea llegaba antes, generando superioridad numérica en cada espacio en disputa.
El segundo y definitivo gol llegó a los 85′, obra de Mason Mount, luego de un robo en la salida por parte de Kanté, quien habilitó a Pulisic, que mandó el centro de la muerte a Mount, para terminar con las esperanzas de la Casa Blanca.
El 29 de mayo, el Chelsea se enfrentará al Manchester City de Guardiola, por la final de la UEFA Champions League.