Son pocos los cupos que tienen los clubes chilenos para decir presente en el plano internacional. Difícil y largo camino el que deben recorrer para obtener una plaza en este certamen.
En primer lugar. Bajo las reglas del torneo, por cupo debido a la liga, para que un equipo chileno tenga posibilidades de llegar a copas internacionales debe quedar entre los primeros siete puestos del torneo. Los tres primeros destinados a la Copa Libertadores y el resto cupos para Copa Sudamericana. Junto a los cupos que entrega la Copa Chile, que se justan con las posiciones del torneo nacional. Ese es el camino reglamentario que debe cursar cualquier equipo chileno para llegar a instancia de copas internacionales.
En segundo lugar. Cualquiera sea el camino que tomen, amerita regularidad el esfuerzo prolongado. 30 partidos del torneo que deben mantener un nivel para cortar por sobre el promedio de los equipos en el campeonato o los enfrentamientos de Copa Chile. Una misión que escala en complejidad si se esta disputando alguna copa internacional en su edición previa, la misión de no descuidar el torneo nacional por el resplandor de la competencia extranjera.
En tercer lugar, solo algunos equipos clasifican de forma directa. El resto, debe salir a pelear un cupo antes de que siquiera comience la copa, enfrentarse a un rival foráneo no es tarea fácil. Sobretodo si no hay experiencia previa. Situación regular dada la poca constancia de la partición de equipos chilenos, pocos son los consiguen jugar dos ediciones de competencia internacional de manera consecutiva.
Tres casillas que debe llenar cualquier club chileno que quiera disputar instancias de Copa Libertadores o Sudamericana. Si bien es difícil, es un objetivo que tienen muchos clubes, incluso antes de cualquier trofeo en la temporada, una clasificación al plano internacional es un triunfo anhelado por toda una afición y un club.