El inglés Ben Brereton, en donde su madre es chilena, expresó sus deseos de jugar por Chile y podría seguir los caminos de Gustavo Canales, Pedro Pablo Hernández, Miiko Albornoz, Gabriel Arias y Niklas Castro quienes ya son o han sido internacionales con la Roja.
Primero que todo, hay que mencionar a jugadores como Sergio «Superman» Vargas, Rodolfo Almeyda, Oscar Fabbiani, Jorge Spedaletti, Fernando de Paul y Daniel Morón decidieron nacionalizarse chilenos a raíz del tiempo que estuvieron en canchas nacionales para ser considerados en la selección chilena, pero desde el año 2011 se ha presentado el fenómeno de que jugadores nacidos fuera de Chile y que tengan familiar de origen chileno, tal como lo exige la FIFA, para ser considerados en la Roja. EL primer caso se dio con Gustavo Canales, delantero argentino quien llegó al fútbol chileno en el año 2007 cuando firmó por Deportes La Serena y cinco temporadas después, cuando firmó con Universidad de Chile, decidió nacionalizarse chileno no porque haya vivido cinco años en nuestro país, sino por ser hijo de madre chilena con el objetivo de ser considerado en la Roja.
En el año 2013 surgió el nombre de Lawrence Vigouroux, portero quien es nacido en Inglaterra, pero su padre es chileno y su es madre jamaicana. En aquel entonces la selección chilena sub-20, dirigida en aquel año por Mario Salas, logró clasificar al mundial de la categoría luego de siete años y, como se estaba buscando aun tercer portero que disputase el puesto con Darío Melo y Álvaro Salazar, decidieron optar por Vigouroux que no dudo en un instante en aprovechar la oportunidad de formar parte de la Roja que disputó el mundial sub-20 de Turquía 2013 y hasta el día de hoy es considerado como una alternativa para la portería de Chile por detrás de Claudio Bravo, Gabriel Arias, Brayan Cortés y Fernando De Paul respectivamente.
En es mismo año apareció en el fútbol chileno Pedro Pablo Hernández, mediocampista argentino quien llegó al balompié nacional a mediados de aquella temporada a O’Higgins de Rancagua que haría historia en ese semestre consagrándose campeón por primera vez en su historia. Al tener familiares de origen chileno no dudó en nacionalizarse para poder ser considerado en la Roja siendo parte del equipo campeón de la Copa América Centenario 2016 y logró un subcampeonato de la Copa Confederaciones 2017. Otro caso que debemos mencionar es el de Miiko Albornoz, defensor nacido en Suecia pero es de padre chileno y su primera convocatoria llegó en el año 2014 en donde debutó con gol en la victoria 4-0 de Chile ante Costa Rica en un amistoso internacional, además de disputar con Chile el Mundial de Brasil 2014 y la Copa América 2015 organizada en nuestro país en donde la Roja bajó el trofeo por primera vez en su historia.
Otro futbolista que llegó a canchas nacionales y aprovechó su oportunidad de nacionalizarse chileno es Gabriel Arias, portero argentino de 33 años quien llegó al fútbol nacional firmando por Unión La Calera y sus buenas actuaciones en la portería de los cementeros no solo lograron que firmase por Racing Club de Avellaneda, sino que sea considerado en la selección chilena debido a la escases de alternativas en el pórtico nacional y actualmente ha sido considerado por Reinaldo Rueda para la Roja, salvo en la última doble jornada eliminatoria disputada ante Perú y Venezuela. Por último se sumó Niklas Castro, atacante nacido en Noruega quien posee padre chileno y éste expresó su deseo de jugar por Chile, el cual se hizo realidad cuando debutó por Chile en el presente proceso rumbo a Qatar 2022 cuando restaban siete minutos para que finalizare el encuentro ante Perú. Ben Brereton podría ser el próximo que siga los pasos de los mencionados jugadores que decidieron defender la Selección de Fútbol de Chile debido a tener más chances de ser considerados para un proceso de cara a un mundial.
Como reflexión, que los jugadores que posean familiares de origen chileno decidan jugar por la Roja están en todo su derecho y si quieren ser un aporte bienvenido sea. Sin embargo, si Chile no tiene alternativas tanto en los laterales como en el centro del ataque es porque no se ha trabajado y ni se ha invertido seriamente en el fútbol joven. Teniendo como ejemplo a Jean Beausejour, único jugador nacional que ha convertido un gol en dos mundiales distintos, y César Munder perfectamente se podrían aprovechar de gran manera la inmigración que trae talento busca deslumbrar por nuestras canchas. Un ejemplo de esto es Francia que en los mundiales de 1998 y 2018 logró consagrarse campeón del mundo, y al formar jugadores aprovechó de gran manera la inmigración de África no solo con jugadores de raza negra, sino también futbolistas de origen árabe como es el caso de Zinedine Zidane. La tarea no es buscar jugadores por encontrar alternativas, la tarea se llama formar futbolistas que sean no solo una realidad, sino que una alternativa para nuestra selección chilena.