Por Alejandro Sagredo
Los anuncios recientes del gobierno ponen en duda el retorno del fútbol chileno.
Hace poco tiempo se confirmó que el Campeonato Nacional Femenino se disputará en octubre bajo un formato de Torneo de Transición, siendo esta medida propuesta por la Gerencia del Fútbol Femenino aprobada por la ANFP, pero hay otra parte que ha sido muy criticada: los planes de la Comisión Retorno para que el Campeonato Nacional Masculino vuelva el 31 de julio, tanto en Primera A como en Primera B.
Respecto a esa medida, es irrisorio, irresponsable e iluso pensar que en julio estarán las condiciones para que el fútbol se reanude en Chile, ya que los casos de COVID-19 siguen aumentando en todo el país, pero sobre todo en la Región Metropolitana, donde de los 32 clubes que componen Primera A y Primera B, 10 pertenecen a dicha región. Considerando, además, que algunos equipos se acogieron a la Ley de Protección al Empleo y por ende suspendieron su relación contractual con sus jugadores no de buena manera, se entiende que en un mes y medio es difícil que se den las condiciones.
Aprovechar los retornos que se dieron en el fútbol europeo es algo iluso, puesto que dichos países ya atravesaron por la etapa más complicada, lamentando muchas muertes pero impulsando medidas sanitarias mucho más estrictas y apoyados por sistemas políticos y socioeconómicos que les permitieron solventar dichas medidas, además de poseer una cultura mucho más amplia que la nuestra. Puede que algunos equipos volvieran a los entrenamientos, pero pensar que Chile está cercano a ver el fútbol en marcha otra vez sería absurdo dado el panorama que se vive en el país, donde claramente se subestimó al SARS-COV2.
Ojalá que la Comisión Plan Retorno se replantee su postura y analicen nuevamente la situación, ya que manejar como fecha tentativa el 31 de julio es algo iluso, más aún con la extensión del Estado de Catástrofe hasta mediados de septiembre. Dicha Comisión debe ser realista: el fútbol, al menos en Chile, no está ni cerca de volver.