Por Cristián Illanes.
Desde 2019 el máximo ente del fútbol sudamericano estableció que para participar en un torneo internacional los clubes deben contar por obligación con una rama de balompié femenino.
El fin de esta norma tiene como objetivo ayudar al desarrollo del fútbol femenino a nivel sudamericano, teniendo en Chile a clubes como Santiago Morning, Colo-Colo y Universidad de Chile que han realizado contratos profesionales a las jugadoras, en donde las albas son el único equipo del balompié chileno que tiene a todo el plantel con contratos profesionales.
Sin embargo, tenemos clubes como Unión La Calera que ha llamado la atención por sus hazañas a nivel continental, pero en el fútbol femenino lamentablemente las cosas no son similares ya que la rama femenina del cuadro cementero se encuentra en Santiago buscando apoyo para poder competir en la Primera B, lo cual refleja la otra cara de la moneda en el fútbol femenino en nuestro país.
Al tener estos hechos, con el respeto que se merecen jugadoras y cuerpos técnicos del fútbol femenino tanto de Primera División como de Primera B, uno se pregunta ¿es mejor para los clubes cumplir con la norma CONMEBOL o la iniciativa propia para apoyar enserio al fútbol femenino? Es una interrogante que tengo acerca de todo lo que he podido conocer tanto en Pasión de Hincha como por mi canal Cris Ignacio Sports, además de sumar mi experiencia como entrenador en el Club Deportivo Newén que me ayudó a conocer la realidad del balompié de mujeres en Chile de una mejor perspectiva.
Para agregar, Unión Española tuvo que refundar su rama de fútbol femenino con el fin de poder participar en la Copa Sudamericana 2019. Sin embargo, debemos decir que la norma CONMEBOL es válida cuando el equipo disputa un torneo internacional. Teniendo estos antecedentes, esto significa que un reglamento no te garantiza desarrollar el fútbol femenino enserio, lo más importante es la iniciativa propia de apoyar a jugadoras y cuerpo técnico en un club no solo con sueldos, sino en prestarles las mejores condiciones para que puedan dedicar de manera óptima a está disciplina deportiva.
Por lo tanto, si queremos desarrollar el fútbol femenino debe ser enserio con el objetivo de potenciar tanto a la Selección Femenina Adulta como a las series juveniles, lo que refleja que hay mucho trabajo por hacer en muchos aspectos en el fútbol femenino, lo que significa que una norma no te garantiza aquello. Si queremos profesionalizar el fútbol femenino en Chile, hay que hacer muchos cambios en donde el primero debe ser crear estatutos, normas y protocolos para cada una de las competiciones de este balompié tanto en los campeonatos ANFP como a nivel nacional. El balompié de mujeres ya no es un proyecto, es el futuro del deporte en nuestro país.