El presente del defensor chileno, Paulo Díaz en River Plate es el mejor momento desde que juega en Argentina. El zaguero se afianza partido a partido y es voz de mando en el equipo. ¿Merece ser el capitán?
Comenzaba el 2019 y Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, reciente campeón de la Copa Libertadores pedía en forma urgente a un zaguero central, que podía – en ese entonces – también jugar como lateral por la derecha. No pidió que la secretaría técnica hiciera scouting sino que ya tenía un nombre propio: el chileno Paulo Díaz, en ese entonces jugando en el fútbol árabe con gran rendimiento anterior en San Lorenzo.
Tras no lograr el objetivo en el mercado de pases de verano, el defensor de la selección chilena llegó finalmente a Núñez. Tras pasar mucho tiempo alternando titularidad, poco a poco, el actual capitán de la Roja fue afianzándose lentamente como titular. Su rendimiento era irregular, pero se notaba que había que esperarlo pues podía darle al equipo lo que necesitaba. Los años lo hicieron madurar y hoy es número puesto en la defensa de los millonarios. Si bien no es el capitán formal, no son pocos quienes afirman que lo es o que debiera serlo. Sin dudas llevará la cinta cuando Franco Armani, actual portador de esta, no se encuentre en la alineación titular.
Ese lugar que hoy ostenta Díaz. Alguna vez fue ocupado por grandes jugadores de la historia del fútbol argentino como Daniel Passarella u Oscar Ruggeri, como para tomar la dimensión de lo que el chileno está consiguiendo en una de las instituciones más importantes de la liga de los actuales campeones del mundo. Sin dudas que está considerado dentro de los capitanes del equipo y, seguramente, su opinión está siendo más que valorada.
Paulo Díaz está escribiendo una parte de la historia de River como uno de los chilenos por el mundo trasandino y querrá que al terminarla sea con toda la gloria. Obtuvo dos campeonatos de Liga, dos ediciones de la Supercopa argentina, una Copa Argentina y un Trofeo de Campeones, además de llegar a la final de la Copa Libertadores 2019. Su nivel crece día a día y sorprende que aún no esté jugando en Europa. Posiblemente ese sea su próximo objetivo. Aunque antes querrá, como lo es en su selección, ser el capitán de River. Se lo tendría por demás merecido.