River Plate derrotó a Boca Juniors, en un compromiso que fue intenso de principio a fin. Miguel Borja anotó desde los doce pasos el único gol del encuentro, cuando el compromiso ya expiraba.
El compromiso comenzó con una intensidad alta. Friccionado, proporcionado por el estado del campo de juego del Monumental, el cual hay que destacar positivamente. A los cuatro minutos de juego Rodrigo Aliendro recibió tarjeta amarilla en el conjunto local.
La primera jugada clara de gol vino en el minuto ocho. Fue en los pies del volante de River Ignacio Fernández, que sacó un remate fuera del área. Exigiendo al guardameta bostero Sergio Romero, el cual tuvo una buena respuesta para alejar el peligro de su arco. Acción que se produjo debido a la presión alta que ejercía el equipo millonario, en los primeros minutos de juego.
Por el lado de Boca, le costaba hilvanar juego. Durante los primeros 15’ minutos del compromiso, no tuvo ninguna jugada de peligro en el arco contrario. Las estadísticas reflejaban el juego, la posesión del balón, los remates a portería y las llegadas de peligro eran de River.
Las llegadas del millonario no paraban. Transcurría el minuto 22’ y vino una jugada por el sector izquierdo del ataque rojo y blanco. Donde Enzo Díaz ejecutó un buen centro al área, que encontró la cabeza de Lucas Beltrán. El balón pasó cerca del horizontal derecho, del arco defendido por Romero.
Resumiendo, la primera mitad del superclásico argentino. Boca estuvo en situación defensiva, prácticamente durante todo el desarrollo del juego. River por su parte presionaba la salida del rival, adueñándose del balón y de las llegadas concretas de peligro. El equipo xeneize no pateó al arco y no tuvo ninguna llegada significativa en el pórtico rival.
El segundo tiempo del encuentro comenzó sin ninguna modificación en los dos equipos. Al minuto vino una jugada individual de Sebastián Villa en la visita, donde entró al área y cuando se disponía a rematar. Llegó el cruce limpio y oportuno de Milton Casco, alejando el peligro del arco millonario. Aquella aproximación se puede etiquetar como la primera de consideración que tuvo Boca en el compromiso.
Ambos equipos realizaron modificaciones, buscando mejorar el aspecto futbolístico. Por el lado visitante en el minuto 55’ ingresó Miguel Merentiel, en el lugar de Luis Vásquez. También ingresó Ignacio Fernández, reemplazando a Alan Varela. Por el lado riverplatense entró el ex Colo Colo Pablo Solari, y abandonó uno de los amonestados Rodrigo Aliendro.
El propio Solari tuvo una chance clara de gol cuando se jugaba el minuto 65’ tras un error en la salida del cuadro bostero. Nacho Fernández habilitó al extremo, que sacó un remate de primera que pegó en el travesaño, el cual le negó la apertura de la cuenta. Cabe mencionar que el tiro rozó en un defensor de Boca, pero el árbitro desestimó esa acción del juego.
Cuando ya estaba el tiempo cumplido y los cuatro minutos de adición ya decretados. Vino la jugada que cambió todo el partido, por el sector izquierdo del ataque de River Plate, vino un centro al área de Agustín Palavecino. El cual encontró a Pablo Solari que fue derribado por Agustín Sandez, provocando que el juez principal del partido Darío Herrera decretara la pena máxima. El encargado de ejecutar el penal fue Miguel Borja, que, con un lanzamiento a la izquierda del portero, infló las redes decretando la locura en el Monumental que tenía 83 mil espectadores.
Tras el lanzamiento desde los doce pasos, Agustín Palavecino le gritó el gol en la cara a algunos jugadores de Boca. Decretando una batalla en el campo de juego donde incluso ingresó la policía para calmar la situación. El saldo fueron seis expulsados en total, por el lado del local Agustín Palavecino, Ezequiel Centurión y Elías Gómez. Por el lado visitante Miguel Merentiel, Ezequiel Fernández y Nicolas Valentini.
Finalmente, el gol convertido por Borja. Fue lapidario en el resultado final decretando la alegría entre los jugadores de River Plate. Y por supuesto la de su entrenador Martin Demichelis que debutaba como estratega en un superclásico.