Esteban Salinas (31), seleccionado chileno, disputó la Final Four de la Liga Europea de la EHF. La segunda competencia más importante de clubes del “viejo continente” de la disciplina. Obteniendo un histórico segundo lugar. Es el tercer jugador nacional en alcanzar la clasificación a las finales de un certamen europeo. Antes lo había logrado Marco Oneto y su hermano Rodrigo Salinas.
Faltaban seis minutos y 30 segundos, Maik Machulla, técnico del multicampeón alemán SG Flensburg-Handewitt (FLE) pidió minuto técnico, Granollers había metido cuatro goles en dos minutos. El Fraikin Granollers (GRA), equipo español en el que milita Salinas desde 2020, ya había sentenciado la serie, en el tablero electrónico se leía: FLE 21-33 GRA. El nacional mientras recibe las instrucciones de su entrenador (Antonio Rama) levanta la cabeza y se da cuenta de que las 3000 personas presentes en el Flens-Arena, estaban incrédulas. Los dueños de casa y organizador de las finales del 2023 sucumbía de manera estrepitosa ante un equipo sin los pergaminos del gigante alemán, que dejó sin anfitrión la “fiesta” de Flensburg.
A segundos de que se acabara el partido, sentado en la banca visitante y con una toalla en sus manos que ocupaba para secarse el sudor, se ve al pivote chileno muy emocionado y llorando, que recibe un abrazo de su técnico. Momentos después suena la chicharra y todo el equipo catalán salta hacia el campo celebrando la gesta. Salinas se abrazó muy fuertemente con el portero brasileño Rangel Luan, que ese día atajó el 40% de los lanzamientos recibidos. La celebración española se producía ante la ovación de la parcialidad local que reconoció el nivel superlativo exhibido por el equipo que escolta al FC Barcelona en la liga doméstica.
Primeros pasos en Viña del Mar
Con nostalgia se recuerdan las tardes donde Esteban, junto a su hermano Rodrigo, comenzaban a dar sus primeros pasos en la cancha del Colegio Winterhill de Viña del Mar. Su madre, María Antonieta Muñoz, rememoró cuando su hijo menor comenzaba con sus primeros entrenamientos: “Esteban tenía como 10 años, cuando Luis Martínez Salinas, primo de mi marido y profesor del equipo del colegio, lo invita a practicar balonmano. Sus cuatro hermanos jugaban, por lo que se le hizo muy natural el meterse en ese mundo”, afirmó.
Su hermano Rodrigo Salinas, comenta como fue su etapa escolar junto a su hermano menor, «Nos veíamos en todos los recreos, desde pequeños que compartíamos mucho. Hoy en día mantenemos esa relación muy cercana y desde siempre que tenemos muchísimos amigos en común», declara el jugador del Bidasoa Irun.
Esteban Salinas se conecta a la videollamada concertada desde el departamento donde reside en Granollers, España, poblado de un poco más de 60 mil habitantes, que se encuentra a unos 25 kilómetros de Barcelona. Relata sus inicios en el deporte y como se decidió entre el balompié y el balonmano. “Yo hasta los 15 años jugaba handball y fútbol, hasta hoy me gusta mucho, jugaba por la escuela de U que estaba en Viña, de hecho, fui a una prueba al “Caracol Azul” y quedé, pero era muy difícil que mi familia me solventara económicamente para irme a jugar a Santiago. Pero a los 15 ya me decidí, más que nada porque veía a Rodrigo ir a jugar torneos fuera del país y yo pensaba que también quería estar viviendo eso”.
El seleccionado chileno, cuenta cómo fue su paso por las categorías formativas de “La Roja”. “A los 16 años me llamaron para entrenar en Santiago, tenía que quedarme en la casa de mis compañeros de la selección. Muchos veranos yo los pase en casa de amigos, todo enero y febrero en sus casas, porque los torneos eran en abril o mayo. Los papás de mis amigos se portaban muy bien, no es fácil recibir a alguien por dos meses”.
¿Su hermano (Rodrigo Salinas) era uno de tus ejemplos a seguir en el deporte?
-Sí, obvio, Rodrigo era mi referente, era muy bueno y lo hacía bien. Cuando yo tenía 16, él ya estaba jugando afuera, por lo que siempre fue como un espejo para mí, verlo viajar siempre me motivó.
Siguiendo en la misma respuesta. El menor de los Salinas rememora cuando asistió como espectador al Final Four del 2016 de esta misma competición. La cual disputó Rodrigo Salinas con el HB Nantes de Francia, equipo que fue el que albergó el evento de ese año. Yo hace unos años ya estuve en un Final Four, pero como espectador fue cuando mi hermano la jugó cuando estaba en el Nantes. La atmósfera que se vivía era muy genial y siempre soñé con llegar a una instancia así.
El arribo al balonmano europeo
La carrera de Esteban fue de mucho esfuerzo y sacrificio, partiendo desde “el barro” (como se les dice a las categorías bajas del Handball español). Pero siempre mostrando una constante alza hasta llegar a la “primera línea” europea. El pivote chileno tuvo que pasar “peldaño” tras “peldaño”, partió en el equipo filial del CB Torrevieja en 2012. Equipo en donde Rodrigo Salinas jugaba en el equipo de honor. Luego consiguió pasar al primer equipo del MMT Seguros Zamora de la Primera Nacional (Tercera Categoría). Con ese mismo equipo logró el ascenso a División de Honor plata (Segunda División) y a “Liga Asobal”, la máxima categoría española. El meteórico ascenso de Salinas en el balonmano español se dio en sus primeros tres años de estadía en el país ibérico.
El oriundo de Viña del Mar es muy querido en Zamora, porque fue uno de los artífices de la histórica campaña que llevó al cuadro “pistacho” a llegar por primera vez a la categoría de oro del balonmano español; su madre lo rememora. “En Zamora lo quieren mucho, siempre que se encuentra con gente de allá lo recuerdan con mucho cariño por todo lo que logró con el club”. Además de todos los ascensos logrados. El jugador nacional estará para siempre en los libros de historia del club, porque es la persona que marcó el primer gol en Liga Asobal con el MMT Seguros Zamora.
El internacional chileno, con la selección también tiene una trayectoria llena de logros importantes. En algunos medios han nombrado como la “Generación Dorada” a la camada de jugadores que encabezan los hermanos Feuchtmann y los propios Salinas. Entre los galardones individuales ha sido elegido tres veces mejor pivote del continente. Mientras que a nivel grupal exhibe el segundo lugar en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. La presea de plata obtenida en el Panamericano específico en Buenos Aires 2016 y el 16º lugar obtenido en el mundial de Alemania-Dinamarca de 2019. Con la mejor posición histórica del país en una cita planetaria.
Todos los procesos vividos en su carrera deportiva. Lo han formado para estar al más alto nivel del balonmano europeo y a base de esfuerzo individual lo ha logrado. «Yo siempre le digo a Esteban que debe estar entre los mejores pivotes del mundo ofensivo”, destacó Rodrigo Salinas. Su madre vivió en primera persona la carrera de su hijo menor y alaba su perseverancia. “Cada día avanza más y más, si se propone jugar hasta los 40 años. Lo va a hacer por su perseverancia”, acotó la progenitora de Salinas.
El presente y los próximos desafíos
Para «Los Salinas», se les viene un desafío mayúsculo, disputar los Panamericanos de Santiago 2023. «Es un sueño para nosotros el poder jugar en Viña, nuestra casa, con nuestros amigos. Yo siendo capitán y Esteban siendo un referente para todo. Es sueño jugar en un lugar en donde tenemos muchos recuerdos», declaro el portador de la jineta en la «Roja» del balonmano.
El menor de los Salinas cerró su periplo por la ciudad de la región de Cataluña cumpliendo uno de sus mayores sueño. El cual fue jugar una final europea ante 5000 mil personas y siendo una de las figuras de su equipo, en la final ante el Fuchse Berlin, anotó siete goles.
Para la próxima temporada los hermanos Salinas volverán a estar juntos y nuevamente en el Bidaosa Irun. «Vamos a volver a vivir ese sueño, la primera vez que jugamos juntos fue algo extraordinario, fueron dos años muy intensos. Logramos ser segundo y clasificarnos a Champions, que el club no la jugaba hace 25 años, esa vez trajimos a nuestros padres para que vivieran estos momentos con nosotros», así definió, Rodrigo Salinas su vuelta a jugar Esteban. Este ha sido el primer y unico club en donde se han podido juntar profesionalmente.