Por Alejandro Sagredo.
La relación entre los futbolistas y la gente a través de las redes sociales genera bastante controversia.
Uno de los aspectos difíciles de ser figura pública es el constante enjuiciamiento que realiza la sociedad debido a diversas situaciones a través de la plataforma en que se convirtieron las redes sociales, pero muchas veces se llega a niveles de toxicidad innecesarios por un mal manejo de éstas por ambas partes.
Un ejemplo claro es Arturo Vidal. El volante nacional es un ávido usuario de Instagram, red a través de la cuál publica constantemente cosas tanto relacionadas a su profesión como de las diversas situaciones que se viven en el día a día. Fue precisamente un post expresando su apoyo a la causa de la erradicación del racismo que llevó a que el “rey» fuera criticado por mucha gente, incluyendo a la jugadora de Santiago Morning Catalina Carrillo, porque no hiciera público su apoyo a las causas que impulsaron el estallido social en Chile el pasado octubre.
Otro episodio tuvo al volante del FC Barcelona compartiendo una historia de un usuario que recalcó la cantidad de títulos que Vidal ha ganado en su carrera y lo comparara con Charles Aránguiz, que llevó a muchas personas a tildarlo de soberbio y a enaltecer la figura del “príncipe” a niveles impensados. Es todo esto lo que personifica el doble filo de las redes sociales: es cierto que Arturo Vidal no tiene un buen manejo comunicacional, pero hoy se interpreta que si un deportista o figura pública de cualquier ámbito no publica algo relacionado a alguna situación, cualquiera sea ésta, esa figura pública no apoya la causa por la que se pelea.
Dicho pensamiento es absolutamente errado. Cada jugador es libre de publicar lo que quiera en sus redes sociales, pero no porque no publique nada a favor de una causa hay que asumir que está en contra. Por ejemplo: varias jugadoras de la selección femenina y sus pares de la masculina que militaban en el extranjero durante el estallido social expresaron su apoyo a la realización del plebiscito que se iba a hacer el pasado mes de abril, pero solamente Bárbara Santibáñez y Fabián Orellana se inscribieron para votar fuera de Chile, algo que no publicaron en redes sociales y de lo cuál nunca se habló entre las personas, siendo que ambos hicieron un gesto muy concreto a favor de la causa.
Otro ejemplo es la ayuda que entregan figuras públicas en época de pandemia: jugadores como Charles Aránguiz, Mauricio Isla y Javiera Toro han hecho donaciones y recolectado fondos para ayudar a sus zonas de origen (Puente Alto, Buin y Tocopilla, respectivamente), y si bien es cierto el puentealtino no lo hizo publico, cuando se supo de su ayuda la gente equivocadamente lo comparaban nuevamente con Arturo Vidal y generaban una situación innecesaria, mientras que las cooperaciones que han hecho el “Huaso» y la “Toco» ni siquiera han sido mencionadas siendo que son igual de valiosas que las de Charles, y eso no desmerece ni menosprecia la ayuda que entregó el “príncipe”.
Ojalá que la gente y estas figuras públicas logren mejorar esta relación que se da a través de redes sociales, que en el último tiempo se ha tornado en una situación bastante complicada y tóxica debido al nivel de menosprecio, crítica destructiva, odio y masificación rápida de éstas en la sociedad.
Foto: Publimetro.