Boca Juniors y un empate amargo ante Benfica en el Mundial de Clubes

Boca Juniors se lleva un punto en el debut (Foto: EFE).

Boca Juniors empató 2-2 ante Benfica en el Hard Rock Stadium de Miami, por el debut en el Grupo C del Mundial de Clubes.

Para su reestreno en el xeneize, Miguel Ángel Russo puso el siguiente once: Marchesín, Blanco, Ayrton Costa, Figal, Advíncula; Battaglia, Ander Herrera; Carlos Palacios, Velasco, Zenón y Miguel Merentiel. Mientras que Bruno Lage en Benfica paró a Trubín; Carreras, Otamendi, Silva, Dahl; Florentino, Renato Sanches, Aursnes; Bruma, Ángel Di María y Pavlidis.

El partido comenzó en las tribunas, con una inmensa mayoría bostera en Miami y un aliento que se hizo sentir. Ya en lo futbolístico, arrancó friccionado. Boca Juniors parecía estar a la altura, tanto en juego como en físico.

Benfica tuvo un par de llegadas donde por poco no convirtió. A los 20′ se retiró lesionado Ander Herrera (para que entre Belmonte), similar a lo que le ocurrió frente a Newell’s. El español hace rato está mermado desde lo físico. Al igual que Cavani que vio la disputa desde las tribunas del Hard Rock, y aspira a disputar el cruce frente a Bayern Múnich.

A los 21′ se dio el golpe de efecto, inesperado en la previa. Sacó largo del arco Marchesín, la rebotó de cabeza Palacios para la subida por izquierda de Blanco. El lateral entró bien al área para darle el pase gol a Merentiel. El uruguayo pasó entre la defensa y definió muy bien ante Trubín, para convertir el 1-0. Merecido tanto por el desarrollo y esto solo motivó más su buen andar, porque durante estos minutos parecía que Boca se llevaba puesto al equipo portugués.

Poco más de cinco minutos pasaron del tanto de Merentiel, que llegó el 2-0. Esta vez desde el córner. Lo cobró Zenón, fue largo para que la impacte y la pase de cabeza Costa. De la misma manera y muy bien remató Battaglia, para poner una ventaja inimaginable para el xeneize. Posterior al gol fue todo dominio azul y oro, un desempeño casi perfecto.

No terminó de redondear de buena manera el primer tramo, porque en el cierre del mismo, Carlos Palacios le cometió penal a Nicolás Otamendi. El chileno no lo ve al argentino en la disputa de un tiro de esquina, y concede un tiro desde los 12 pasos. Del que se hizo cargo muy bien el otro campeón del mundo de Benfica, Ángel Di María. El que será jugador de Rosario Central apenas termine el certamen definió a la derecha de Marchesín, que se había jugado al otro lado. Pidió perdón a la hinchada xeneize, pero la portuguesa agradecía encontrar el gol y el 2-1, en un momento donde no lo merecía.

El segundo tiempo fue con otra música. El equipo de Russo salió a sostener lo conseguido en el primer tiempo, aguantando la arremetida de las águilas. A pesar del sufrimiento, estaba saliendo todo según el libreto.

A los 71′ fue expulsado Andrea Belotti, ingresado en el complemento, por una patada muy dura a Ayrton Costa, uno de los puntos más altos del club de La Boca. Pero a los 84′ volvió a aparecer el villano que venía teniendo este encuentro. Desde un córner Otamendi apareció solo para cabecear y marcar el gol del empate, que dejaría el 2-2 en el marcador. Posterior a eso también fue expulsado Figal, en el áspero final que dio este juego.

Boca Juniors se termina llevando un punto del debut. En la previa cualquier hincha hubiera dicho que este era el ideal, pero ese mismo hoy terminó enojado y con ese gusto amargo. Porque fue otro equipo al que se vio en los últimos años y fue, por rendimiento, claramente el mejor de la cancha. Muy destacable el trabajo de Russo, que con un plantel mermado desde lo físico (en sus palabras al llegar), le dio armas y energías para ser igual o mejor que un equipo europeo.

El viernes a las 21:00 afrontará la prueba más dura, en este mismo estadio, frente al alemán Bayern Múnich. Cerrará el grupo el próximo martes frente al neozelandés Auckland City en el Geodis Park de Nashville.

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