Ante la pregunta que nos convoca la respuesta primordial, básica y obvia es pasar a octavos de final. Ese es el primer obstáculo en el camino de Estados Unidos para ser protagonista de esta edición mundialista.
Para ello debe ganarle a Irán en su último duelo por el Grupo B. Hasta ahora el conjunto americano esta invicto, con dos empates, uno por un gol ante Gales y otro sin anotaciones ante Inglaterra. Eso nos dice que Estados Unidos posee una férrea defensa. El gol de los «dragones rojos» llegó desde el lanzamiento penal, y de igual manera que le es difícil concretar ocasiones para convertir. Por lo que el pragmatismo en ofensiva es clave si quiere tener resultados positivos. Muestra de ello son las múltiples llegadas antes Inglaterra y la nula conversión en el marcador.
Probablemente esta sea la mejor si es que no es una de las mejores generaciones que ha tenido Estados Unidos a lo largo de su historia futbolística. Del once inicial ante Inglaterra cinco jugadores disputaban la Premier League, dos en Italia y el resto militan en España, Francia; solamente dos futbolistas no pertenecen a las cinco grandes ligas. Una muestra de los buenos deportistas que tiene esta selección y el nivel de las ligas en las que juegan.
Luego por nombres tiene un gran plantel. Pulisic el que disputa su segundo mundial, el Capitán América. A la vez llamado a liderar este grupo joven de estadounidenses. Dest en Mila, Mckennie en Juventus, Turner en Arsenal, Robinson y Ream en Fulham, Weah en Lille, Adam y Aaronson en Leeds. En la banca tiene quizás la joya que esta esperando pulir el país de la libertad, Reyna el joven atacante del Dormund, compartiendo banquillo junto a Sargent el picante jugador del Norwich y Aaronson el jugador que llegó este verano a Leeds. De estos tres jugadores puede obtener variantes para darle vuelta a cualquier partido y brindar soluciones en ofensiva.
Es un equipo que en definitiva tiene con que hacerle frente a la mayoría si es que no a todas las selecciones del mundial, en un buen día. La concreción es su mayor falencia. Sin un nueve de área clásico por pasajes le cuesta encontrar claridad en el último tramo de la cancha, llega con mucha afluencia de jugadores al área rival pero no toma las mejores decisiones a la hora de definir. En defensa probablemente la profundidad de los ataques por banda sea lo que más sufre. Es ahí donde los centrales deben estar atentos en la marca para no dar opciones de pase. Pues en el segundo piso de la cancha se defienden de buena manera los americanos.
En conclusión. Las claves del equipo de Estados Unidos son la inteligencia que tienen en ser conscientes de sus capacidades, sus limitaciones y virtudes, un juego vertical y rápido que ruega por mejorar la definición. Junto a una defensa ordenada, inteligente que debe blindar sus bandas y organizar a los cuatro del fondo, con un Turner que responda cuando sea necesario. Si logra todo eso, y quizás algo más, puede llegar a ser protagonista de esta Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022.