
Tras la derrota ante Bolivia y la eliminación, el técnico argentino puso fin a su ciclo sin aceptar preguntas de la prensa.
La pesadilla se concretó. Tras la bochornosa derrota 2-0 frente a Bolivia, la Selección Chilena quedó eliminada del Mundial de 2026, que se disputará en México, Estados Unidos y Canadá. La Roja firmó uno de los peores procesos clasificatorios en su historia reciente, y el golpe final llegó con la renuncia de Ricardo Gareca a la banca nacional.
El ambiente ya venía cargado. Desde el pitazo final en La Paz, no hubo rueda de prensa durante horas, a la expectativa de que pasaría con el Tigre Gareca. Según reportó TNT Sports, el entrenador de La Roja se negaba a dar una rueda de prensa, lo que aumentó la tensión y las especulaciones sobre su futuro inmediato.
Finalmente, pasadas las 19:00 horas, “El Tigre” compareció ante los medios, tras la derrota ante Bolivia. Con un tono sombrío y visiblemente afectado, el técnico argentino anunció su salida:
“Tomé una decisión con todo el cuerpo técnico. Tuvimos una reunión en el vestuario con los dirigentes, presidentes y toda la delegación”, comenzó diciendo.
La declaración dejó claro el desenlace que muchos ya anticipaban. Sin embargo, la renuncia no estuvo exenta de polémica. Ya que se rumoreaba que el DT argentino no se iba por motivos económicos de por medio, pero Gareca fue enfático:
“Nunca hubo un tema económico. Jamás he hecho juicio a nadie. Solo era cuestión de ponerse de acuerdo. Sentí el respaldo de la dirigencia en todo momento”, aclaró.
Aprovechó también de agradecer a todos quienes forman parte del equipo de trabajo en Juan Pinto Durán, así como a los hinchas que acompañaron durante todo el proceso:
“Quiero agradecerle a cada área de Pinto Durán, y a la gente, que llenó los estadios y nos apoyó incondicionalmente”, expresó.
Además, al terminar sus palabras no le dio espacio a la prensa para hacer preguntas.
Durante su gestión, Gareca nunca logró consolidar una idea clara de juego ni resultados consistentes. Además, enfrentó duras críticas por decisiones como la marginación de Ben Brereton. Distintos medios han informado que el DT simplemente no lo citaba porque “le caía mal”, debido a la barrera idiomática: asimismo el estratega no hablaba inglés, y la comunicación con el delantero chileno era mínima.
Con la eliminación consumada y el puesto vacante, la Selección Chilena vuelve a quedar a la deriva, sin Mundial y sin técnico. Un nuevo fracaso que obliga a la dirigencia a replantear, otra vez, el rumbo del fútbol nacional.