La pelota no ha rodado para las acereras desde octubre del 2019. Debido al estallido social y la llegada del coronavirus al país, jugadoras y cuerpo técnico solo se han visto las caras a través de Zoom, plataforma por la que han estado entrenando y asistiendo a charlas.
De todas formas, si bien el fútbol se detuvo para esta división, el proyecto de Huachipato sigue a toda marcha. Las jugadoras -además de los entrenamientos- siguen recibiendo los servicios y ayuda de la nutricionista, kinesióloga, preparadora física y psicólogo. Además, han podido conversar con diversos profesionales destacados como Bárbara Santibañez, seleccionada nacional que milita por el CFF Cáceres de España, y Barticciotto, el ex futbolista colocolino.
«Nosotros queremos consolidar el fútbol femenino en el club. En Huachipato, eso es un área más», dice Gonzalo Gutiérrez, Director Técnico del equipo. Hace más de un año que dirige a sus pupilas de forma telemática y si bien ha entregado planificaciones para entrenar de forma presencial, las cuarentenas instauradas en Talcahuano impiden que el equipo llegue a los pastos del Estadio Huachipato-CAP Acero.
Debido a la pandemia, el Campeonato Nacional de la Primera B de Fútbol Femenino 2020 fue cancelado. Además, Gutiérrez asegura que, en ese tiempo, solo habían tres clubes en condiciones para jugar: San Luis, Coquimbo y Huachipato. Con respecto a este año, aún no hay información oficial sobre el inicio del campeonato. De todas formas, el DT de las acereras afirma que «la próxima semana estamos citados a una reunión con la gerenta del fútbol femenino y ahí nos van a dar algunas novedades».
“La verdad es que en la ANFP es donde está el problema. Ellos tienen que darle el sí al campeonato para nosotros poder entrenar y todo. Fuera de eso, Huachipato se ha portado súper bien con nosotras», dice Camila Sánchez, delantera del equipo acerero.
La jugadora, además, respalda completamente al club y agradece el esfuerzo que han hecho para mantener al equipo en movimiento. Cuenta que, incluso, hubo un periodo en que el director técnico las llamaba personalmente para saber si necesitaban algún tipo de ayuda. «Siempre están pendientes, preguntando y todo. El grupo siempre está activo», finaliza.