La guerra civil catalana

Los tres factores de la posible salida de Messi. (Foto: elespañol.com).

Por Sebastián Madrid

Esta es la noticia del siglo, o por lo menos, la de del momento, Lionel Messi, se va del Barcelona y esto terminó de desatar una guerra civil y el colapso de un proyecto deportivo que dejó cuatro Champions en casi 20 años, el conflicto se desarrolla en dos frentes atemporales y forma paralela, el interno y el externo todo rubricado después de la paliza que sufrió el conjunto culé frente al Bayern Múnich.


La interna es principalmente, la gestión y guerra civil interna contra el presidente Joseph Maria Bartomeu y la mala dirección del conjunto azulgrana en los últimos años. La externa es principalmente la opinión publica de medios e hinchas con respecto a la integridad de la institución catalana y su futuro. En este artículo reflejaré los problemas que Barcelona tiene en base a estos dos factores, explayándome lo más posible, tocando factores como el equipo en si así como su funcionamiento a nivel institucional.


El frente interno

Este ítem se separa en dos factores, el primero es el equipo y su ambiente dentro del camarín y el segundo es la institución y como se relaciona con el primer equipo y como esta gestiona el día a día de la institución. Esto se relaciona también con el hasta ahora, factor más importante del último tiempo, el control e influencia de Messi en la plantilla.

El primer equipo del Barcelona es uno de los mejores elencos pagados del mundo, con estrellas rutilantes y “ dioses “ dentro del camarín(hasta antes de la llegada de Koeman), hago esta separación entre estrellas del camarín y dioses porque figuras como Griezman, Rakitic, o Semedo por nombrar algunos son sustituibles o descartables, pero Messi, Suárez, Pique, Ter Stegen, Jordi alba y Sergio Busquets, pertenecían a una clase diferente, a otra jerarquía lejos de otros jugadores del mismo club, una clase intocable y núcleo de la influencia catalana, la llamare, la “mesa de Messi”. Está mesa ejerce como filtro o al menos eso se pensó por años en la entidad, pero esto puede ser puesto en duda, lo único que no puede ponerse en tela de juicio es el dominio del astro argentino con la directiva y como este se relaciona con los altos jerarcas de la escuadra “blaugrana” desde los traspasos hasta el entrenador, todo da a pensar a priori que la gestión de vestuario pasa por el seleccionado albiceleste y de ahí el entrenador. Todo esto se reafirma con la decisión de irse de Leonel Messi frente a la voluntad de Koeman de purgar el plantel y de su conocida inflexibilidad en los cuadros que dirige. Este tipo de situaciones acentúan las posibilidades de una guerra interna entre el camarín y los dirigentes, pues la influencia de Messi socaba la estructura administrativa del club dejando socavones llenados por la autoridad de la figura argentina.


La gestión Bartomeu empezó a desmoronarse debido al caso Neymar, la ida del astro brasileño dejó al desnudo la poca capacidad de liderazgo del mandamás del club catalán para mantener a su hasta ese momento máxima estrella junto con Messi y lo que decantaría en años posteriores, sumado a la gran cantidad de fichajes que no funcionaron, con ejemplos como Malcom o Ousmane Dembele pasando por Phillipe Coutinho, estas malas decisiones de contrataciones provocaron una debacle en la economía del club, todo esto derivo a una “anarquía” dentro de la dirección del Barcelona, con la renuncia de seis directivos de la coalición del presidente del club blaugrana. Josep Maria Bartomeu quedaba cada vez más solo y con las horas contadas al punto de llamar a elecciones anticipadas. En resumidas cuentas, la anarquía catalana es total a esta altura del año.

El frente externo

Estos son los medios de comunicación que han visto desmoronarse el proyecto culé y que han documentado semanalmente la información que ha llegado respecto a la entidad catalana y su declive a través de los años, y que todos coinciden que el mundo Barcelona esta convulsionado y Jose Maria Bartomeu es el más apuntado. La presión ejercida por la prensa debido al rendimiento del equipo ejerce como un potenciador de la situaciones y la sociedad blaugrana que esta imbricada de nacimiento con el equipo lo deja notar desde hace mucho tiempo, por lo tanto el factor interno del elenco azulgrana es aumentado por los medios de comunicación y la afición, pues ven en el club, los valores de su ciudad y miran en el delantero argentino un ícono social relevante para la vida diaria, e incluso para el fan más extremista, la imagen de Messi es tan grande como la institución misma – en la opinión de este autor no, ningún jugador está por sobre la institución, por lo tanto en su conjunto se ve en el astro culé el epicentro de la problemática diaria de la ciudad condal.

En resumen, esta guerra civil se basa en una plantilla con demasiada influencia interna junto con una dirigencia débil que aparenta una fortaleza que por momentos no tiene, con una figura como Messi que como ícono da la sensación de hacer y deshacer en el club, unos medios que rubrican y potencian el mal momento del Barcelona ejerciendo un efecto de caja de resonancia que amplifican las noticias y efectos de estas y un hincha que está cada vez más molesto con la organización de su club.

Ahora la pregunta que queda es … ¿Qué pasará en la época post – Messi en Barcelona?

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