Por Alexandra Úrzua.
En contexto de pandemia, los clubes ya no se verán radicalmente en la obligación de ceder jugadores a sus selecciones nacionales.
La FIFA inició la última semana de agosto anunciando un cambio en la normativa de cesión de jugadores a sus respectivas selecciones, dando mayor flexibilidad a los clubes cuando la salud de el o los jugadores esté en riesgo y/o se infrinjan leyes locales. Todo esto con el objetivo de impedir la expansión del Covid-19.
Cabe mencionar que, en teoría, estas modificaciones tendrán lugar durante los períodos comprendidos entre el 31 de agosto y 8 de septiembre, para las selecciones masculinas. Mientras que para su simil femenino será a contar del 14 de septiembre hasta el 22 del mismo mes.
Si bien esta modificación supone mayor libertad a los clubes, la FIFA fue bastante precisa en establecer tres justificaciones a las cuales los equipos podrán apelar para negarse a ceder jugadores convocados. El primer caso sería si se debiese cumplir una cuarentena o aislamiento obligatorio de un mínimo de cinco días tras llegar al lugar donde el club del jugador en cuestión tenga su sede, o donde esté programado el partido con la selección.
Por otro lado, se contemplan los obstáculos y restricciones de viaje hacia o desde las sedes de partidos, previamente mencionados.
Además, se tomará en cuenta el hecho de que las autoridades competentes «no hayan concedido a los jugadores seleccionados exención específica alguna con respecto a las decisiones mencionadas». En palabras simples, el supuesto de que el/los jugador/es no estén legalmente liberados tanto de las restricciones de viaje como de la cuarentena o aislamiento señalados anteriormente.
Finalmente, en el comunicado se hace hincapié en las medidas de salubridad, señalando que quienes participen en partidos de índole internacional se verán en la obligación de respetar los protocolos de seguridad y sanidad establecidos por el organizador de la competición.