El Manchester United desplegó un juego soberbio y goleó 3-0 al Athletic Club en Bilbao, dejando un pie en la final de la Europa League.
El Athletic Club de Bilbao se enfrentaba al Manchester United en las semifinales de ida de la Europa League. En la previa, el duelo se anticipaba parejo, e incluso con un ligero favoritismo para el conjunto español, considerando el irregular presente de los Diablos Rojos, que atraviesan una de sus peores campañas en la Premier League.
Lo españoles formaron con Julen Agirrezabala en el arco; una línea defensiva compuesta por De Marcos, Dani Vivian, Yeray Álvarez y Yuri Berchiche. En el mediocampo, Ruiz de Galarreta y Mikel Jauregizar actuaron como volantes de contención, mientras que Álex Berenguer se ubicó más adelantado como enlace. En ofensiva, el tridente estuvo conformado por Nico Williams, Iñaki Williams y Maroan Sannadi.
Por su parte, el Manchester United presentó a André Onana en portería; una defensa de tres con Leny Yoro, Harry Maguire y Victor Lindelöf. En los carriles jugaron Patrick Dorgu por la izquierda y Noussair Mazraoui por la derecha. En el medio, Casemiro y Manuel Ugarte, mientras que en el frente de ataque se ubicaron Bruno Fernandes, Alejandro Garnacho y Rasmus Højlund.
Un primer tiempo demoledor
El primer tiempo comenzaba con dominio absoluto del Manchester United, que imponía su juego desde los primeros minutos. Al minuto 5, Alejandro Garnacho marcaba el 1-0 tras una rápida jugada ofensiva, pero la alegría fue breve, el gol fue anulado por posición adelantada del delantero argentino.
Ante esta clara ocasión, los dirigidos por Ernesto Valverde reaccionarían y empezarían a apoderarse del juego. Los españoles atacaban y Álex Berenguer probó desde fuera del área, pero su remate fue contenido sin problemas por André Onana. Luego, al minuto 11´, Iñaki Williams estuvo muy cerca de abrir el marcador con un cabezazo que se fue apenas por encima del travesaño.
En el minuto 19‘, el Athletic tuvo su ocasión más clara hasta ese momento. Iñaki Williams ganó en velocidad por la banda y lanzó un centro atrás preciso. Álex Berenguer apareció para rematar de primera, pero su disparo fue desviado por Victor Lindelöf cuando el gol ya se cantaba en San Mamés.
Pero el Manchester United tenía un as bajo la manga. Harry Maguire protagonizó una jugada inesperada, desbordando por la banda con gran determinación. Desde allí, lanzó un centro preciso al área, donde Manuel Ugarte ganó en el juego aéreo y, con un cabezazo inteligente al segundo palo, habilitó a Casemiro, quien apareció sin marca para abrir el marcador en San Mamés.
Los Diablos Rojos atacaban con más claridades. En uno de esos avances, un centro raso de Garnacho terminó con Dani Vivian sujetando a Højlund dentro del área. Tras la revisión del VAR, el árbitro sancionó penal y expulsó al defensor del Athletic Club. Desde los doce pasos, Bruno Fernandes no falló y aumentó la ventaja para el Manchester United, poniendo el 2-0 en el minuto 37´.
Y por si fuera poco para los españoles, al minuto 45′, una gran combinación entre Casemiro y Ugarte terminó en otro golpe para el Athletic. El uruguayo, con un elegante taco, habilitó a Bruno Fernandes, quien definió con clase para marcar el 3-0 y firmar su segundo gol personal en San Mamés.
Última jugada del primer tiempo, un córner a favor del Manchester United fue despejado, pero el balón quedó suelto y botando en el área. Entonces, Mazraoui sacó un potente zurdazo que estremeció el travesaño, quedándose a centímetros de convertir el 4-0.
Un segundo tiempo parejo
En la segunda mitad, el Manchester United dominó por completo el juego. Con un jugador menos, el Athletic se vio obligado a replegarse, luchando por evitar que los ingleses aumentaran aún más su ventaja antes del partido de vuelta en Old Trafford.
Bruno Fernandes y Højlund fueron los más incisivos en el segundo tiempo, buscando ampliar la ventaja, pero la imprecisión se apoderó del Manchester United. A pesar de generar varias ocasiones, el conjunto inglés no logró concretar el cuarto gol.
Al minuto 57, se desató la polémica. Maroan Sannadi superó en el cuerpo a cuerpo a Harry Maguire, quien, al perder la carrera, derribó al jugador con una falta evidente. El árbitro dejó seguir la jugada, lo que provocó una fuerte reacción en San Mamés, donde se pedía la expulsión del defensor inglés por ser el último hombre y por tratarse de una ocasión clara de gol para el Bilbao.
El Athletic intentaba a toda costa lograr un descuento, pero la defensa del Manchester United se mantenía firme, convirtiéndose en una muralla. Las opciones para los españoles se alejaban con el paso de los minutos.
Una de las pocas oportunidades del Bilbao llegó en el último minuto, cuando Álvaro Djaló ejecutó un tiro libre que terminó en las manos de Onana, sin inquietar al portero del United.