
La institución de Real Pilar tiene menos de una década de existencia. En todo ese tiempo subió tres categorías. Es serio candidato a ascender a la Primera Nacional. Un club con poco tiempo de vida y de crecimiento sostenido.
El 17 de febrero de 2017, en la localidad de Pilar, a 50 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, un grupo compuesto por entusiastas y emprendedores, fundaron el Real Pilar Fútbol Club. En los siguientes meses, lograron afiliarse a la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A) y competir en la Primera D.
No son pocos quienes afirman que el grupo de fundadores están ligados a quien era presidente de la Argentina en ese momento, Mauricio Macri. Y a quien el titular del Club Atlético Boca Juniors, Daniel Angelici.
En la segunda temporada, consiguió el ascenso a la Primera C y comenzaba a tomar protagonismo en las categorías más bajas. También hizo ruido en su primera participación en la Copa Argentina, en 2019, eliminando a Vélez Sarsfield en los 90 minutos.
Tras varios años en la cuarta categoría, peleando en los puestos de arriba. Pero cayendo en los torneos reducidos, consiguió llegar a la Primera B Metropolitana la temporada pasada. En esta temporada, es uno de los animadores de la divisional. Además con serias chances de llegar a la Primera Nacional, ocupando al día de la fecha la segunda posición.
Este equipo con camiseta blanca a bastones negros, similar a la de Juventus, y con casaca alternativa rosa, como la de Inter Miami, viene en alza desde el momento mismo de su creación y no parece tener techo. Su estadio, el Municipal de Pilar Carlos Barraza, tiene capacidad para 10 mil espectadores.
Uno de sus futbolistas más conocidos es Marcos Riquelme, ex jugador de Universidad de Chile, Palestino y Audax Italiano. Con paso destacado por el fútbol boliviano, que lleva marcados 3 goles en igual cantidad de partidos jugados.
El campeonato está por la mitad y Real Pilar está segundo a un punto del líder, Midland. La joven institución del norte del conurbano bonaerense viene creciendo muy rápido y parece no tener techo.