
River Plate ganó 2-1 en el Monumental ante Boca Juniors el Superclásico del fútbol argentino, por la fecha 15 del Torneo Apertura.
Para este encuentro, Marcelo Gallardo puso el siguiente equipo: Armani; Acuña, Martínez Quarta, Pezzella, Montiel; Enzo Pérez, Castaño, Galoppo; Mastantuono, Colidio y Driussi. Mientras que Fernando Gago paró así a su equipo: Marchesín; Blanco, Costa, Rojo, Battaglia, Advíncula; Delgado, Belmonte, Zenón; Carlos Palacios y Merentiel.
Comenzó más activo el millonario en el superclásico, con la pelota, moviéndose en campo rival y tratando de llegar, mientras el xeneize esperaba. Pasados los 10′ minutos fue amonestado Belmonte por una murra a Colidio. Insuficiente para ser de tarjeta, por un árbitro como Ramírez que desde el comienzo se quiso hacer ver. También vio la cartulina Ayrton Costa que llegó tarde y cortó una posible contra.
Por la forma de juego que eligió Fernando Gago, Boca Juniors regaló el manejo del partido, únicamente pudiendo ser peligroso a la contra. Pero no se veía esto último, sus futbolistas no marcaban esa diferencia al salir de campo propio. Además de no ser efectivo en el objetivo principal de una línea de cinco defensores: defender. Fue amonestado Marcos Rojo, en la única de las, hasta ese momento, tres que sí fue merecedora de sanción. Flojo y tendencioso lo del árbitro.
A causa de la falta sonsa que hizo Rojo, llegó el gol de River Plate a los 24′. Mastantuono le pegó al arco desde un tiro libre lejano y marcó un golazo. Le pegó con el efecto justo para que la pelota le baje en el último instante a Marchesín, que no pudo ni rozarla. Merecida conversión para la banda que venía imponiendo su impronta, y de la mano de un chico que tiene una gran calidad y futuro por delante. A los minutos casi cae el segundo. Driussi gambeteó y pasó en el área, no se la dio a Colidio y eligió el remate a quemarropa, que el ex Lanús salvó. También fue salvador en el córner siguiente, dónde Pezzella impactó solo de cabeza, clave el guardameta azul y oro.
De la nada misma y con poco peligro, llegó el empate de Boca Juniors a los 37′. Blanco robó y tiró el bochazo por arriba para Merentiel. Pezzella mal posicionado intentó cortar pero se quedó en el medio y el uruguayo se fue mano a mano con Franco Armani, donde el que superó fue la «Bestia» y convirtió el 1-1.
Generaba un atisbo de ilusión, pero 5 minutos pasaron para que lo de vuelta el conjunto de Marcelo Gallardo. Driussi hizo el 2-1. Acuña tiró un centro a la cabeza para el ex Austin, atajó Marchesín pero dejó el rebote, que fue aprovechado por el delantero. Tres defensores y ninguno disputó si quiera la pelota, en otro papelón táctico de Fernando Gago. De esta manera los equipos se fueron a los vestuarios, el local sabiéndose superior, y el visitante sin querer demostrar no ser inferior.
Ya en el complemento siguió llegando River, el ingresado Bustos se la dio al autor del segundo tanto, pero no pudo aumentar la ventaja. Pero una de las más claras llegó a los 13′ cuando el lateral tiró el pase alto por la derecha, Delgado se cayó y dejó correr solo a Mastantuono. Lo tenía por la izquierda solo a Colidio, pero decidió el disparo al arco y se le fue lejos al joven de 17 años.
El xeneize sin embargo no se encontraba desde lo táctico, como en todo el partido. Aún así Gago mantuvo el esquema con los cambios. Metió a Zeballos y a Di Lollo, para que salgan Belmonte y Rojo, de mal rendimiento ambos.
A los 71′ Zeballos desperdició una chance clara de empatar el encuentro. Tras un pase de Zenón, quedó mano a mano con Armani y la cruzó, lejos del palo se marchó el balón. Luego se retiró uno de los puntos más altos del millonario, Enzo Pérez, tras un gran superclásico del ex EdLP a sus 39 años.
Sobre el final se planchó el trámite del partido. Entre un equipo que iba ganando de local y quería el cierre, y el visitante que seguía con su planteo defensivo a pesar de que el tiempo se le agotaba, con la derrota en el marcador.
Muestra de esto fue que ingresó el lateral Saracchi por Blanco, faltando 5 minutos, insólito lo del DT de Boca, que pareciera, no quiso ir a buscar el resultado. Se acercó el azul y oro, Di Lollo tocó y Armani evitó el empate, en una de las pocas que tuvo que actuar.
En el 45+5′ Armani salvó también la última pelota del partido, cuando el visitante solo por impulso era el que lo iba a buscar, fue determinante el ex Atlético Nacional.
De esta manera el superclásico fue victoria 2-1 para River Plate. Un equipo que no convencía y que aparentaba no ser favorito hace un par de semanas, empezó a mostrar otra cara en la liga y en la Libertadores.
Mientras que Boca Juniors sigue con mismo problema que tuvo todo el año. Es el puntero en su zona y ganó la mayoría de encuentros en esta competencia, pero nunca termina de convencer y nunca dio la cara en las paradas importantes. Ya sea frente a Alianza Lima(quedando fuera de la Libertadores en febrero), con Racing o en esta tarde, el equipo de Gago no sabe jugar en las determinantes.