
Ambos equipos aún no han ganado en el certamen. San Martin comenzó ganando en forma merecida, pero luego se quedó. Sarmiento, con más empuje y ganas que con juego, lo igualó y mereció un poco más en el segundo tiempo. La igualdad fue justa.
Los dos equipos tienen nombres de dos próceres nacionales, pero pelean en los últimos lugares por no descender. Ambos necesitan comenzar a sumar de a tres y en esta cuarta fecha era una buena ocasión. El elenco sanjuanino comenzó mejor, manejando la pelota en forma prolija y ordenada. De esa manera, llegaba al arco de Sarmiento, convirtiendo al arquero Lucas Acosta en protagonista vital para evitar la apertura del marcador. Sin embargo, a los 27 minutos, Federico Aselmo convirtió el merecido tanto de la ventaja visitante. Ante ese panorama y la falta de ideas de los verdinegros, se pudo pensar que la victoria de San Martín era segura. Sin embargo, en el final de la etapa inicial y durante el tiempo complementario, el santo salió como un león herido a buscar el empate.
Con empuje, con ganas, con orgullo, pero sin juego o ideas claras, se desarrolló el segundo tiempo, sumado a la baja de intensidad y hasta, por momento, la apatía del verdinegro. Y tanto va el cántaro a la fuente, que esta finalmente se rompió y con un tiro libre preciso y esquinado de Leandro Suhr, quien fue el jugador más determinante de los locales. Ese tanto le dio una inyección anímica a Sarmiento y fue por más. Sin embargo, no pudo vulnerar al arquero Matías Borgogno, quien se mostró seguro y sin fisuras para evitar la derrota sanjuanina.
La igualdad fue justa. San Martín, cuando se dedicó a buscar el resultado, fue más tácticamente y hasta estratégicamente. Cuando la apatía lo venció, Sarmiento se lo llevó por delante a tumbos, a los empujones y a los choques, obteniendo una justa igualdad, con un sabor agridulce al final, debido a que, quizás, pudo haber obtenido algo más.
Los sanjuaninos mostraron un mejor juego como para ilusionarse con la permanencia en Primera División en gran parte del primer tiempo. No fue así cuando el elenco del santo fueron dominadores. La cuestión, con todos estos puntos, es que ambos equipos hicieron tablas y a ninguno parece disgustarle.