Por Alejandro Sagredo.
El delantero chileno vive una etapa de renacer en el Internazionale Milano.
Desde su arribo a Manchester United a principios del 2018, Alexis Sánchez no ha logrado brillar como lo hizo durante su etapa en Arsenal. Ya sea por lesiones o bajo rendimiento, era evidente que el “niño maravilla» había perdido el rumbo y que pasaba por un mal momento, algo que de a poco se fue plasmando también en la selección nacional.
Su arribo al Internazionale en la Serie A italiana a mediados del año pasado daba algo de esperanza en que el tocopillano lograría recuperar su mejor nivel, ese que lo llevó a ser parte del Barcelona y que lo consolidó como uno de los mejores jugadores de la Premier League inglesa, pero nuevamente las lesiones impidieron que Sánchez sobresaliera.
No obstante, tras el retorno del Calcio italiano, el mal rendimiento futbolístico de los “nerazurri» contrasta con lo bien que se ha visto al chileno, pues la pausa del fútbol por la pandemia del COVID-19 pareciera haber dado el descanso físico y mental que Alexis necesitaba, pues desde su regreso a las canchas ha demostrado buen nivel jugando como volante ofensivo y generador de juego, adaptándose a un rol que le permite explotar su buen manejo de balón y visión del campo, sin tener tanto desgaste físico como un extremo y sin desarmar el esquema táctico del equipo, realizando buenas combinaciones con Eriksen, Moses, Lukaku y Lautaro Martínez y haciendo muy notoria la diferencia en el juego de Internazionale cuando Sánchez está en el campo de juego y cuando no está.
Si Antonio Conte quiere retener a Alexis para la próxima temporada, el entrenador del Inter debe darle más minutos en cancha y así logrará darle la oportunidad de mostrar su buen nivel y así convencer a la directiva de la escuadra lombarda de gestionar una extensión del préstamo o la compra definitiva del pase del delantero chileno.