El joven delantero cumple recién 20 años y se anotó en la historia del club más grande del país, anotando el gol que los mantuvo en la Primera División.
Pablo Solari comenzó tempranamente su carrera en Talleres de Córdoba, donde llegó tras varias pruebas en diversos clubes de Argentina. A pesar de llegar como delantero centro, el entrenador Mario Obulguen lo convirtió en extremo, pudiendo desempeñarse en ambas bandas.
Gracias a sus buenas actuaciones, se ganó la nominación a la Selección Sub-20 de su país para disputar un torneo de la categoría en Alcudia en 2019, donde anotó un gol. Además, fue citado dos veces al primer equipo de Talleres, donde no alcanzó a debutar.
Tras la lesión de Marcos Bolados en Colo-Colo, Walter Lerma, ayudante técnico de Gustavo Quinteros, recomendó al club fichar a Solari, a quien ya lo conocía tras su paso por Talleres.
En Colo-Colo fue abriéndose paso poco a poco. Tras un difícil debut ante Huachipato, logró conseguir su primera gran actuación ante Coquimbo Unido, donde fue factor importante en la victoria del equipo consiguiendo una asistencia. De ahí en más, se hizo dueño de la banda derecha del Caique.
El 17 de febrero llegaría el día más importante de su corta carrera. Colo-Colo disputaba el partido definitorio ante Universidad de Concepción y, en caso de perder, descendería por primera vez en su historia a Primera B.
Al minuto 19 y tras una gran jugada personal, anotó uno de los goles más importantes en la historia del club y con el que Colo-Colo logró mantenerse en la máxima categoría del fútbol nacional. Al mismo tiempo, el joven argentino que hoy cumple 20 años, anotó su nombre en la historia del Cacique.
Desde PDH le enviamos un afectuoso saludo a Pablo Solari y el mejor de los éxitos en todo lo que se proponga.