Colo Colo 2006 y Universidad de Chile 2011 tienen un común denominador entre ellos; la utilización de jugadores nacidos en casa que fueron formados estrellas. Pareciera ser que a estos grandes equipos se les olvidaron las escuelas formativas qué contemplan y solo tienen ojos para la compra de jugadores de edad, más que para la utilización de juveniles llenos de ganas. Eso sí, uno ha aprendido y solidificado bien el camino: La Universidad Católica.
Desde hace muchos años que se viene hablando de que la cantera cruzada es la que más frutos le da al fútbol chileno. Sin desmerecer otros formativos excelentes, como los de Unión Española o Huachipato, los del fortín cruzado son por lejos los más codiciados dentro del torneo chileno, y eso se refleja cada vez que estos “cabros” saltan a la cancha.
No es casualidad que el puntero del campeonato ya haya cumplido con la regla que impone la ANFP sobre los minutos jugados por juveniles Sub 21 en cancha, el cual establece por regla que todos los clubes deben tener un mínimo de 2.142 minutos otorgados a ellos, y es que a algunos de ellos los están pidiendo a gritos por los hinchas para ser llamados a la selección, como el caso de Ignacio Saavedra.
Entre ellos, son muchos los nombres que destacan de la escuadra de La Franja, sumándose a los anteriores mencionados, aparecen Diego Valencia, Cesar Munder, Marcelino Núñez y últimamente ha sumado minutos Clemente Montes, quien anotó su primer gol profesional en la victoria de la UC sobre Huachipato, en la que, curiosamente, se veía un partido enredado y que parecía un empate más para Católica, hasta que el ingresó el mismo Montes y Marcelino Núñez para cambiarle la cara al encuentro. En aquella ocasión, la UC ganó tres a cero con tres goles de los canteranos Valencia, Montes y Núñez.
Es por esto que Católica tiene ese tema saldado, agregándole también que siguen utilizando constantemente a jugadores jóvenes en sus escuadras, Saavedra es titular indiscutido en el medio campo y es, de los juveniles, quien más minutos suma en el torneo. Carlos Salomón es otro canterano que ha sido utilizado constantemente por Holan, ante la falta de Lanaro y la partida de Kuscevic a Palmeiras, que -por cierto-, también nació en la cantera cruzada. Marcelino también es regularmente ocupado todos los encuentros, a veces de titular, a veces de suplente.
Es de esperarse que los otros equipos grandes del fútbol chileno hagan lo mismo con sus canteras, es decir, tengan una proyección y compromiso con la formación de los juveniles. Si bien habrá detractores que asegurarán que si lo hacen, no es lo que se ha reflejado en el terreno de juego cuando se trata de la Universidad de Chile o Colo-Colo, ambos equipos que aún no cumplen con la reglamentación de la ANFP sobre los minutos a los juveniles.
Y es que al parecer el interés por comprar a un jugador que cumpla inmediatamente con las expectativas son de mayor necesidad a construir y darle minutos a los juveniles que esperan ansiosos su espacio y su oportunidad en el equipo. Muy pocos de ellos han podido desarrollarse en estos equipos: Solo Jeyson Rojas ha mantenido una regularidad en Colo-Colo, los demás muy poco.
Por parte de los universitarios, Simón Contreras ha encontrado un espacio en el equipo, de hecho, anotó un gol el último partido ante Iquique. El Nico Guerra fue relegado a la banca ante la buena temporada de Larrivey, viendo un par de minutos casi siempre quedando quince o menos para el final.
Es por esto que se complican en varias tablas, uno en la regular, el otro en la promedial, y ambos en la suma de minutos a los juveniles, ya que aún no cumplen con la reglamentación. Pero más allá de ese punto, la deuda realmente a saldar es la que tienen estos clubes con sus canteranos, los cuales son muy pocos utilizados y tomados en cuenta. Uno esperaría que los clubes más grandes de Chile le sumaran minutos a los creados en casa, pero se les ha ido olvidando este recurso.
Es por eso también que Católica funciona como un ejemplo para todos los clubes de primera división, los cuales deberían apuntar a utilizar más sus recursos formados en casa por sobre los comprados al extranjero ya en el cúlmine de su carrera.