El equipo de Racing de Avellaneda sigue con el fuerte viento de cola que le dieron los últimos triunfos y la obtención de la Copa Sudamericana. Derrotó por 2-0 a Rosario Central como visitante. Está a un punto de Vélez que debe aún jugar con Sarmiento y a falta de dos jornadas.
Racing se sacudió la modorra y empezó a demostrar lo que el ambiente futbolístico esperaba: que tiene el mejor plantel del fútbol argentino y es un candidato serio a ser campeón. En una parada difícil, un reducto harto complicado y ante un adversario áspero. Los de Avellaneda mostraron toda su jerarquía y vencieron a Rosario Central, en el Gigante de Arroyito, por 2-0.
El partido comenzó como se esperaba: reñido, raspado y con un local que salió a tratar de llevarse puesto a su rival, con pocas ideas y sin un juego definido, más que buscando alguna pelota parada. Recién a los 30′ minutos del primer tiempo. Después de un tiro de esquina y una jugada bastante sucia y desprolija, Agustín Sández estrelló un tiro en el palo. Con el que Rosario Central su ocasión más clara en el tiempo que se venía jugando de partido. En el minuto siguiente, Enzo Copetti tuvo un cabezazo en el área de Racing que se fue por arriba del travesaño.
Lejos de amedrentarse, la Academia respondió y tuvo un tiro de Gabriel Rojas que se fue desviado. Sin embargo, los rosarinos seguían atacando con pelotazos largos y centros. Cerca del final del primer tiempo, lograron vencer el arco de Gabriel Arias con un cabezazo de Marco Ruben. El que fue anulado a instancias del VAR porque había posición adelantada al comienzo de la jugada.
En el segundo tiempo, Racing no le dio respiro a Rosario Central. Y golpeó a los dos minutos para ponerse en ventaja, con una definición de Luciano Vietto. A partir de ese momento, los de celeste y blanco se adueñaron del partido y lo empezaron a controlar, ante un adversario que fue desesperándose. Algunos jugadores como Marco Ruben, fueron la prueba de ello, cometiendo infracciones ante la pasividad del árbitro Pablo Dóvalo quien, por lo menos, debió amonestarlo.
Ante ese panorama, Sández siguió por esa línea, pero con la diferencia de que terminó expulsado a los 33′ minutos del complemento. Racing solo debía esperar y ser paciente, ya que el segundo tanto iba a llegar. Y llegó. Tras jugar hacia atrás para el arquero Jorge Broun, Johan Carbonero lo fue a presionar. El guardameta se deshizo de la pelota. Pero esta fue interceptada por Adrián Martínez y el ex goleador de Instituto de Córdoba no perdonó y definió por arriba para poner el 2-0 definitivo.
Racing comenzó el año con muchas expectativas. Tras la última temporada dirigido por Fernando Gago, dejó de ser el buen equipo que competía pero que, como se dice en la jerga callejera, «le faltaban cinco pa´ el peso». Reforzó su plantel con jugadores de mucha jerarquía y, finalmente, su entrenador parece estar logrando que los jugadores capten su mensaje. Por momentos muy cuestionado por la no clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga. La eliminación de la Copa Argentina a manos de Talleres de Remedios de Escalada (equipo de mucho menor jerarquía) y las actuaciones irregulares.
Sin embargo, quien fuera mascota, defensor central y entrenador en el momento más difícil de la historia del club, logró sobreponerse a ello y ponerlo en el lugar en el que debe estar. Y tras la obtención de la Copa Sudamericana, Racing entendió que no debe dormirse y que puede mucho más. Hoy es un serio candidato al título y el único en condiciones de arrebatárselo a Vélez en el final.