Emilia Sepúlveda: «A corto plazo, mi meta es ser citada para la mayor cantidad de partidos posibles, ganar experiencia en el campeonato y clasificar a los playoffs»

El pasado sábado 22 de mayo, la joven de 17 años se estrenó en el Campeonato Femenino Caja Los Andes 2021. (Foto: Comunicaciones Universidad de Concepción).

Con apenas 17 años, Emilia es cinturón negro en Taekwondo y jugadora de la Sub 17 de la Universidad de Concepción. El pasado fin de semana debutó en el Campeonato Nacional Femenino y aspira alcanzar competencias internacionales de la mano del fútbol.

La defensa del Campanil cumple 18 años en dos meses. Vive en San Pedro de la Paz, comuna perteneciente a la provincia de Concepción, y está cursando cuarto medio en el Colegio San Ignacio.

Si bien practicó Taekwondo desde los cuatro hasta los 16 años en la academia TaeGym, llegando a ser cinturón negro y ganando el tercer lugar en una competencia realizada en Santiago, Emilia decidió cambiar de disciplina y reemplazó el tatami por el campo de fútbol.

¿Por qué decidiste cambiar de deporte?

“En general me gusta mucho el tema de los desafíos y de sacarle provecho a las cosas y allá me sentía un poco estancada. Sentía que no podía llegar a algo mucho más competitivo por ninguna de las áreas, porque el taekwondo es super amplio para competir. Sentía que ya no podía avanzar más y ya no me estaba llenando como antes. Le tenía un tremendo cariño, entonces sentía que si me quedaba ahí iba a terminar adquiriendo sensaciones un poco negativas.

El fútbol siempre me ha gustado, desde muy chiquitita que he jugado. Cuando era más pequeña jugaba con mis vecinos y mi papá también es súper fan y ha tenido un rol súper importante para que yo adquiera la pasión. Entonces, sentía que tenía las herramientas para poder explorar esta otra área porque no había llegado más lejos que un equipo de colegio.

Tomé la decisión en segundo medio y dije ‘ya, es momento de probar otras cosas’. Me preparé para eso y me cambié”.

¿Qué es lo positivo y lo negativo de este cambio?

“El taekwondo es un deporte individual, los combates y las competencias son individuales. Tiene otras competencias de parejas o en equipo, pero en sí es individual. Entonces, pasar de un deporte en el que tu desempeño se basa solo en tu persona a otro que es super colectivo y en el que cada persona del equipo aporta su granito, fue un gran cambio.

Eso sí, yo encuentro que todos los deportes tienen una base súper sólida que es el tema de la constancia en el entrenamiento y la disciplina. Creo que, por lo mismo, no me costó tanto el cambio de un deporte individual a uno colectivo. Yo soy super disciplinada y eso me dio buena base para cambiarme de disciplina”.

Emilia en un campeonato de Taekwondo en Puerto Montt a los 13 años.

¿Disfrutas más trabajar en colectivo o en solitario?

-Es una comparación igual complicada porque todo tiene sus pro y sus contra. Lo que sí puedo decir es que lo colectivo te da otro plus que igual es súper importante y es el tema de la red de apoyo que hay detrás, que es casi como una familia.

En el taekwondo también la tenía, la academia en sí es una familia súper unida y es algo en lo que se destaca, pero en el fútbol es distinto. Es otro tipo de unión y yo creo que puedo decir que me gusta más el deporte colectivo que uno individual”.

¿Cómo llegaste a la UdeC?

“Yo siempre he sentido y he visto que la UdeC la lleva en el fútbol femenino de acá. Me acuerdo que dije ‘tengo que empezar a explorar porque tengo madera para’ y me fui a probar porque sabía que en el verano hacían varias pruebas de jugadoras.

Yo ya había ido a probar cuando tenía 13 años y había quedado, pero por ser muy pequeña y donde me quedaba muy lejos no fui. Ahora más grande me fui a probar otra vez y llegué a un entrenamiento de la escuela masculina de la UdeC, de las categorías más pequeñas, donde también había un par de niñas. Ahí trabajaba el preparador de arqueras de la rama femenina y él me vio y me dijo que me fuera a probar en un entrenamiento del equipo.

Ahí fui y resultó que el profe de la sub 17, el profe Chelo, me había visto jugar por el colegio. Estuve de prueba un mes más o menos y después pasé a ser parte del plantel en septiembre del 2019”.

¿Cómo fue integrarte al equipo adulto?

El ambiente en la Sub 17 versus el del equipo adulto es super distinto. Por ejemplo, en el plantel de la 17 de repente corren rumores o se ve un poco de envidia cuando llega alguien nuevo por el miedo a que te pueda quitar el puesto, pero en la adulta no es así, es distinto. Las jugadoras tienen una madurez… me integraron al tiro, no tuve ningún problema.

Al final, dependía solo de mi. A diferencia de la 17, donde igual está el tema de si tus pares, tus compañeras de la misma edad, te aceptan, acá las cabras se pusieron la 10 y me hicieron una más del equipo, no siento esa diferencia de edad, de que soy menor. Eso ha sido re bueno. El equipo adulto tiene muy, muy, muy buen camarín. Es muy rico el ambiente que hay.

Yo debuté con la adulta en un partido amistoso contra Colo Colo que tuvimos en Los Álamos. Había entrenado dos o tres veces con ellas y bucha… el equipo me tiró para arriba en tres segundos, puros buenos comentarios y apoyo. Todo eso se ha mantenido igual.

¿Tienes alguna referente?

-No sé si hay alguien en específico. La verdad es que yo trato de sacar cositas de cada una porque todas tienen estilos súper distintos. Rescato de todas el tema de la perseverancia y de la garra que tienen las chiquillas. Hasta de las arqueras saco alguna cosita.

A la línea defensiva igual las veo harto, como yo juego de defensa tengo que estarlas viendo para pelear el puesto y para aprender de las que tienen más experiencia que yo. Yo soy nuevita.

¿Qué sensaciones te dejó el último partido?

La verdad es que, en lo personal, fue un sentimiento súper rico. Vengo preparándome hace caleta de rato para jugar y tener mi debut en el campeonato con un equipo potente, que está top, fue… tomándole el peso al partido y lo que significa para mí, fue una instancia súper rica y feliz.

Ahora, como equipo fue amargo. Nos estuvimos preparando por tres semanas para este partido y el resultado no reflejó lo que veníamos trabajando. Nosotras sentimos que el partido no daba para 10-0, si daba para una diferencia, pero no tan amplia.

¿Cuáles son tus metas a largo y corto plazo?

-A corto plazo, mi meta es ser citada para la mayor cantidad de partidos posibles, ganar experiencia en el campeonato y clasificar a los playoffs. 

A largo plazo, la verdad es que es poder estar en un equipo que tenga un nivel de competencia más internacional. Me gustaría mucho crecer como futbolista y uno de mis sueños es dedicarme a esto.

Si la UdeC consigue estar a otro nivel me quedo acá en el equipo, pero si no es este, será otro. Esa es mi meta personal, sería súper lindo.

Tú que estás en cuarto medio, ¿tienes planeado seguir estudiando o quieres dedicarte netamente al fútbol?

-Yo soy bien realista para mis cosas y, a menos que no haya un cambio muy potente en Chile, siento que nunca me voy a poder dedicar 100% al fútbol. Yo creo que si me voy para fuera tengo posibilidades de dedicarme a esto, pero acá no creo que lo logre. En Chile siempre voy a tener que buscar otro apoyo, sobretodo en lo económico.

Así que mi plan es seguir estudiando. De hecho, estoy haciendo pre universitario porque quiero entrar a la universidad el próximo año y ponerme a estudiar.

¿Qué le dirías a las jóvenes que, como tú, están peleando por tener un puesto en el equipo adulto?

-Me he podido dar cuenta, y viviéndolo así en carne propia, que es muy importante estar a disposición. Eso, más la disciplina, es super importante. Hay que tener en cuenta que el fútbol en general, ya sea masculino o femenino, es súper dinámico: sale una, entra otra, perdiste, ganaste y así. Es difícil, pero hay que aperrar no más.

Si te toca tienes que entrar a 100. Si no te toca, tienes que estar apoyando a 100 a las compañeras que sí les tocó. Esas actitudes dentro de un equipo es lo que hace que suba de nivel.

Ahora que me tocó a mi debutar en el partido pude ver como mis compañeras que no entraron tenían un papel súper importante dentro de la mentalidad o de cómo van a entrar las niñas que les toca. Me apoyaron caleta, me preguntaron cómo estaba y eso me ayudó y me hizo sentir mucho más segura de lo que hacía. Partido nuevo, con un equipo cototo, yo me sentía media pollita al inicio. Pero eso, hay que estar a disposición de todas las personas que componen el equipo.

Si tienen un sueño hay que perseguirlo y, claramente, hay que hacer sacrificios.

Plantel en el Estadio Municipal Alcaldesa Ester Roa Rebolledo. (Foto: Comunicaciones Universidad de Concepción).

Justo antes de terminar la entrevista, Emilia pregunta si puede agregar unas palabras y dice:

-Estoy super agradecida del equipo. De verdad que siento que no pude tener mejor inicio en el fútbol que en la UdeC, te lo doy por firmado. Las cabras han sido un siete y aprendo todos los días de ellas, las admiro a cada una. Son de las personas más sacrificadas y apasionadas que conozco y las destaco mucho a cada una. Se siente super bien tener personas de semejante calibre para admirar y aprender de ellas.

Todos han sido un siete y quería destacarlo porque ha sido súper importante para mí, tanto en mi formación deportiva como personal.

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