Boca Juniors: Superclásico perdido y un mal presente

La bronca de Boca Juniors tras la derrota con River (Foto: AFP)

Boca Juniors viene de perder el superclásico del fútbol argentino ante River Plate el fin de semana pasado, y de caer en el Cilindro de Avellaneda con Racing Club el anterior. Esta noche tiene la oportunidad de encontrar un poco de aire, o de que Belgrano le dé el golpe de K.O.

Hoy por hoy el club xeneize está pasando un mal momento. No es novedad, pero es algo que maximizaron los malos resultados consecutivos. Está pasando por el tenso primer año de Juan Román Riquelme como presidente del club, que ya había sido vicepresidente durante 4 años.

Uno de los focos del malestar, y el mayor sin dudas, es el rendimiento futbolístico. Desde que el mítico 10 está en el club, se quedó con seis trofeos: Superliga 2019/20, Copa Maradona 2022, Copa Argentina 2021, Copa de la Liga 2022, Torneo de la liga Profesional 2022 y Supercopa Argentina 2022. Además llegó a semis en el 2020 y a final de Copa Libertadores en 2023. Pero la crítica siempre fue sostenida con resultados, ahora se agrava cuando no están.

En toda la gestión pasaron 5 directores técnicos: Miguel Angel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra (estos dos como interinos, ratificados posteriormente), Jorge Almirón y Diego Martínez. Ninguno de ellos pudo llevar a Boca a jugar un buen fútbol de manera sostenida, todos tuvieron sus rachas y picos, así como sus caídas, llevando a reiterados fines de ciclos. Además de que los últimos dos DT’s, no consiguieron títulos.

La crisis que viene desde Almiron

Con Jorge Almirón no fue consuelo el subcampeonato de América. Fue un equipo que jugó mal, que no ganó un solo partido de eliminatoria. Más allá de individualidades, nunca mostró merecer ser campeón, y que ni siquiera clasificó a la siguiente Libertadores. Con Diego Martínez la cosa parecía distinta. Tuvo meses agradables. Siendo su pico máximo la eliminación a River Plate en la Copa de la Liga, viniendo su rápido derrumbe en la semifinal de esa competencia, donde cayó con Estudiante de La Plata.

Se notaba que Boca contaba con un plantel corto, pero el mercado de pases fue ineficiente. Salvo por Milton Giménez, no trajo soluciones la ventana de pases. Refuerzos que comenzaron con el pie izquierdo por un error dirigencial. No fueron anotados para jugar el repechaje de Copa Sudamericana ante Independiente del Valle, por lo que no pudieron jugar ni la ida ni la vuelta. A pesar de eso avanzaron a la siguiente ronda, donde un muy mal partido de vuelta ante Cruzeiro dejó al xeneize sin la zanahoria que lo motivaba, conseguir un titulo internacional después de 16 años.

Lo que arrastra Boca Juniors

A eso se le suman indisciplinas, malas actitudes y rendimientos de jugadores «referentes». Tales como Fabra siendo expulsado en la final ante Fluminense (sigue en el club), Benedetto organizando una fiesta al día siguiente de caer eliminados en la Copa de la Liga (ya no está), lesiones e irresponsabilidades dentro y fuera del campo de Marcos Rojo (capitán del equipo), Pol Fernández que no supo mantener la capitanía y hace rato que no cumple, pero es sostenido por dirigencia y distintos técnicos. A esto se le suma la acción de Sergio Romero. El subcampeón del mundo con Argentina en 2014 tuvo un bajón de rendimiento este año. Lo «coronó» con una pelea con los hinchas tras la caída ante River Plate. Tal exacerbo solo le llevará dos partidos de sanción, por parte del club.

Con todo esto vemos que no es algo que ocurrió de la noche a la mañana, sino que es un largo proceso de desorganización. A Martínez le queda poco tiempo al mando del plantel. Hoy dirigirá frente a Belgrano y será evaluado encuentro tras encuentro, y ya ronda la sensación del fin de ciclo, pero ¿es la solución?

Hoy el problema de Boca es más profundo que las direcciones de un entrenador que hizo lo que pudo, pero que el contexto del «Mundo Boca» fue más fuerte. Juan Román Riquelme tiene la posibilidad de hacer cambios en su temprana gestión como presidente y rodearse de dirigentes a la medida. Probablemente sea al DT a quien cambie y no a quienes lo rodean, para que el ciclo se vuelva a cumplir, quien sabe hasta cuando.

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